Las fuerzas armadas de Israel llevaron a cabo bombardeos en Saná, la capital de Yemen, atacando un complejo militar, dos centrales eléctricas y un depósito de combustible, que se cree que son utilizados por los rebeldes hutíes. Las FDI informaron sobre un ataque contra instalaciones militares del régimen hutí en la región de Saná, que incluía una base militar. El Ejército justificó su ofensiva en el área del palacio presidencial, argumentando que en el complejo operan las fuerzas armadas del régimen hutí y que los insurgentes emplean las plantas eléctricas atacadas con propósitos militares.
