Francia se enfrenta a una protesta que busca paralizar el país, coincidiendo con el primer día en el cargo de Sébastien Lecornu como primer ministro. El movimiento ‘Bloqueemos todo’ tiene como meta detener el funcionamiento del país. Según las autoridades, este grupo podría llevar a cabo actos de sabotaje y obstrucciones en carreteras, supermercados, refinerías, plantas eléctricas, escuelas, hospitales y aeropuertos. Se movilizarán 80.000 agentes de policía y gendarmes a lo largo de esta jornada, con la orden de mantener una postura firme frente a los activistas. Se prevé que alrededor de 100.000 personas participen en diversas acciones en Francia. Entre las demandas se encuentran las relacionadas con el medio ambiente, la defensa de la igualdad de género y la lucha contra la discriminación racial, además de la propuesta de jubilación a los 60 años y la regulación de los precios de los alquileres. Los activistas también solicitan la renuncia de Macron, a quien acusan de haber favorecido el aumento de la riqueza de los grandes patrimonios a expensas de las clases trabajadoras.
Francia afronta una inédita protesta social con el estreno de un nuevo primer ministro
