El triunfo de los demócratas en las elecciones de gobernador en Virginia y Nueva Jersey representa un golpe a la influencia del presidente Donald Trump, cuyo partido también sufrió una derrota en Pensilvania, un estado clave, en un esfuerzo por cambiar el control del Tribunal Supremo estatal. Dos candidatas del Partido Demócrata, Abigail Spanberger en Virginia y Mikie Sherrill en Nueva Jersey, lograron vencer a los candidatos respaldados por Trump en sus elecciones, utilizando mensajes que se diferenciaron de la agenda de Trump y se posicionaron como opciones enfocadas en la economía y en programas sociales. El presidente respondió mediante una publicación en Truth Social, afirmando que la derrota del Partido Republicano se debió a que «Trump no estaba en la boleta» y al «cierre del Gobierno federal», que ha impactado a votantes en estados como Virginia.
