Los médicos forenses que evaluaron al ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, han determinado que presenta un «deterioro cognitivo moderado», lo que significa que no se encuentra «en condiciones físicas ni mentales para asistir a un juicio» y carece de «capacidad procesal» para defenderse. Este informe fue solicitado por la Audiencia Nacional tras la petición de la defensa de Pujol, quien a sus 95 años está hospitalizado en Barcelona debido a una neumonía, para que se evaluara su capacidad para ser juzgado y se le permitiera participar en el juicio a través de videoconferencia. Después de recibir el informe forense, la Audiencia Nacional emitió una resolución en la que convoca a Pujol para que los jueces puedan examinarlo en persona el próximo lunes, antes del inicio del juicio, aunque le permite asistir por videoconferencia. Los médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya, quienes examinaron al presidente catalán por orden de la Audiencia Nacional, están convocados para confirmar su informe, junto con el médico forense de la Audiencia Nacional. Los forenses indican en su informe que el expresidente padece un «trastorno neurocognitivo 2 de tipo mixto, que incluye alzhéimer y problemas vasculares». Este trastorno causa en el expresidente «un deterioro cognitivo moderado, que es irreversible, progresivo, evolutivo y sin un tratamiento efectivo», por lo que los forenses afirman que no se encuentra «en condiciones físicas ni cognitivas para presentarse en un juicio, ni tiene la capacidad procesal necesaria para defenderse de manera autónoma».
Los forenses concluyen que Pujol no tiene «capacidad procesal» de defenderse en el juicio
