Cómo fueron las últimas horas de Francisco Franco

Luis Sanz | Madrid (EFE).- En las primeras horas del jueves 20 de noviembre de 1975, dos vehículos circulaban por las calles de Madrid. Cuatro forenses se encontraban a bordo, dirigiéndose al Hospital de La Paz. En uno de los coches, un Citroën GS perteneciente al doctor Antonio Piga, llevaban lo necesario para embalsamar a Francisco Franco. A pesar de que el certificado de defunción indica que la muerte ocurrió a las 5:25 de la mañana, la información se divulgó en los medios antes de las cinco y hay declaraciones de médicos que la ubican poco después de las tres y media. El forense Antonio Piga afirmaría más tarde que el embalsamamiento del caudillo comenzó a las dos y para ese momento, él podría haber estado muerto desde hacía varias horas. Independientemente de la hora, España ya había comenzado a considerar la muerte del dictador. A excepción de un grupo que quería mantener el franquismo, la mayoría había aceptado que el régimen también llegaría a su fin con su fallecimiento y que esto sucedería pronto. La anticipación de la noticia se evidencia en que la Operación Lucero, el plan de emergencia de los servicios de inteligencia para las primeras horas y días tras la muerte de Franco, se había puesto en marcha el 25 de octubre, el mismo día en que el Generalísimo recibió la unción de los enfermos.

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