Este jueves, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, declaró que su administración promoverá cambios legislativos para fortalecer la lucha contra aquellos que propagan el odio y la radicalización, en respuesta al ataque contra la comunidad judía el domingo pasado. Albanese indicó que el fiscal general y el ministro del Interior iniciarán la elaboración de un conjunto de medidas que contemplará la instauración de un delito agravado por discurso de odio dirigido a predicadores y líderes que inciten a la violencia, además de un aumento en las penas por manifestaciones de odio que fomenten actos violentos. Entre las reformas propuestas se incluye la consideración del odio como un elemento que agrava las penas por amenazas y acoso en línea. También se contempla la creación de un sistema para registrar oficialmente a organizaciones cuyos líderes utilicen discursos de odio que fomenten la violencia o el racismo. El Gobierno también está considerando la creación de un delito federal específico de difamación grave que se base en la raza o en la promoción de la supremacía racial.
Australia impulsará reformas legales «contra el odio y radicalización» tras el atentado
