Aunque la mayoría de los 135 cardenales de 71 países que participarán en el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco fueron designados por él, este grupo es diverso y no tiene un conocimiento previo entre sus miembros ni una visión unificada sobre el futuro de la Iglesia, lo que provocará que lleguen a la Capilla Sixtina con opiniones divididas. Existen diferencias en comparación con el cónclave que se llevó a cabo hace doce años para elegir a Jorge Bergoglio. Una de ellas es el incremento en el número de cardenales electores, es decir, aquellos que tienen menos de 80 años en el momento de la renuncia o fallecimiento del papa, que es mayor que en ocasiones anteriores. Otra diferencia es la mayor diversidad de países de origen de estos cardenales.
Un cónclave muy heterogéneo y dividido elegirá al nuevo papa
