Los cinco países europeos en el Consejo de Seguridad de la ONU se opusieron al sistema propuesto por Israel para la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, argumentando que prioriza objetivos políticos y militares. La embajadora británica Barbara Woodward afirmó que no pueden respaldar un modelo que comprometa la capacidad de la ONU y otras organizaciones para actuar de manera independiente. Woodward destacó que cualquier sistema para la distribución de asistencia humanitaria debe ser autónomo y alineado con el derecho internacional y los principios humanitarios y mencionó que el mecanismo israelí cuenta con el respaldo del gobierno de Estados Unidos.
