Nicusor Dan, alcalde independiente de Bucarest, se proclamó vencedor en la repetición de las elecciones presidenciales de Rumanía, al superar en la segunda vuelta a George Simion. Su triunfo representa un apoyo al proyecto europeo del país, una apuesta por la estabilidad institucional y un rechazo al populismo nacionalista. Dan tiene la tarea de recuperar la confianza en las instituciones y enfrentar una situación económica caracterizada por el déficit más elevado de la Unión Europea y el riesgo de una disminución en la calificación crediticia del país. A los 55 años, Dan es un político no afiliado a ningún partido, con una ideología conservadora, reconocido por su carrera académica y su compromiso con la ciudadanía. Ha conseguido establecer una conexión con un electorado joven y urbano desilusionado con la corrupción, viéndolo como un político con la capacidad de modernizar el país.
