Bruselas impuso una multa de 329 millones de euros a Glovo y Delivery Hero por establecer un cártel en la entrega de alimentos y otros productos, donde intercambiaban información, se repartían mercados y se comprometían a no contratar empleados de la otra empresa. Bruselas decidió imponer una multa de 105,7 millones de euros a Glovo y de 223,3 millones de euros a Delivery Hero, incluyendo un descuento del 10 % por admitir las prácticas ilegales. La conducta contraria a las regulaciones europeas inició en julio de 2018, cuando Delivery Hero compró una participación en Glovo y concluyó en julio de 2022, cuando obtuvo el control total de la empresa. El Ejecutivo comunitario destacó que la participación minoritaria en otra empresa no es ilegal, pero en esta situación propició contactos anticompetitivos entre las dos empresas. Delivery Hero utilizó su participación en el consejo de administración de Glovo para afectar decisiones y facilitar el intercambio de información confidencial.
