Durante la misa del Domingo de Pentecostés, el papa hizo un llamado al amor como solución a los problemas del mundo, abarcando el egoísmo, las guerras y los feminicidios. Frente a aproximadamente 80,000 creyentes en la plaza de San Pedro, el papa mencionó la obra del Espíritu Santo y rindió homenaje a sus antecesores Benedicto XVI y Francisco.
El papa León XIV apela al amor como antídoto contra el egoísmo, las guerras y los feminicidios
