En julio, el índice de precios al consumo (IPC) aumentó al 2,7 % en comparación con el año anterior, lo que representa un incremento de cuatro décimas respecto al mes anterior, debido al aumento en los precios de la electricidad y de los combustibles y lubricantes. La tasa subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, creció una décima, alcanzando el 2,3 %. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha ratificado este miércoles la cifra que había anticipado hace dos semanas, estimando que en el mes anterior la inflación de los alimentos disminuyó en una décima, alcanzando el 2,7 %. El aumento de la tasa general se atribuye al incremento en los precios de la electricidad, así como al aumento en el costo de los combustibles y lubricantes para automóviles en comparación con el año pasado.
