En el evento en Barcelona por el octavo aniversario de los atentados del 17A, que dejaron 16 fallecidos y más de cien heridos, las autoridades han dado protagonismo a las víctimas, incluyendo un minuto de silencio y una ofrenda floral. El evento tuvo lugar frente al mosaico de Joan Miró en las Ramblas, donde el terrorista Younes Abouyaaqoub detuvo la furgoneta que utilizó para atropellar a las personas el 17 de agosto de 2017. Estuvieron presentes el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni y el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto. Las autoridades han optado por no hacer declaraciones y han dejado que las víctimas, en su mayoría sobrevivientes y familiares de quienes perdieron la vida en los ataques del 17 de agosto en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils, sean las que ocupen el centro de atención. Esto incluye a las víctimas de otros atentados perpetrados por ETA o Terra Lliure.
