Un gol, conseguido mediante un penalti ejecutado por Kylian Mbappé a los 51 minutos, rescató el debut del Real Madrid, que está en proceso de adaptación. Aunque dominó el juego, le faltó efectividad en ataque y mostró mejoras en su defensa frente a un Osasuna que se sintió cómodo con su línea de cinco. Cuando intentó avanzar, desperdició su única oportunidad, arruinando el debut de Xabi Alonso. Un Real Madrid que mostró trabajo táctico, pero careció de creatividad frente a la defensa de cinco de Osasuna en la primera mitad. No logró aprovechar las oportunidades en el segundo tiempo. Dominante, ubicado en el terreno del adversario, con todos los jugadores involucrados en la defensa, pero sin capacidad para moverse al espacio y con falta de velocidad en la zona crucial del campo. Se notó la influencia de Xabi Alonso en la mejora táctica del equilibrio defensivo. Ahora, el Real Madrid recupera el balón en el campo contrario o realiza un repliegue rápido para neutralizar cualquier intento del oponente. Osasuna decidió adoptar una postura defensiva y esperar que el tiempo transcurriera. Cuanto menos sucediera, mejor sería para el equipo de Alessio Lisci, que logró disminuir el sufrimiento al neutralizar la creación de juego de Arda Güler, forzando a su oponente a recurrir a las bandas para enviar centros en los que sus defensores tenían la ventaja. El Real Madrid contaba con una defensa renovada. Con Trent Alexander-Arnold en fase de adaptación y Álvaro Carreras mostrando más audacia para contribuir en ataque, él fue quien realizó el primer intento del Madrid. Ante la dificultad de localizar a los delanteros en posiciones de tiro, también se produjeron disparos de Dean Huijsen y de Militao, quien está recuperando su forma. Sergio Herrera contestó. La diversidad en el ataque que mostró el equipo de Xabi Alonso al inicio, utilizando pases largos de sus defensores, disminuyó cuando Osasuna retrocedió, sintiéndose cómodo en su formación defensiva. Vinícius intentaba avanzar y recibió aplausos por dos intervenciones defensivas, lo que hizo que los aficionados del Madrid notaran un cambio en su actitud en comparación con la temporada anterior. Mbappé parecía desinteresado, rodeado de defensores. Con dificultad, conectó de cabeza un centro de Brahim, pero se mostró incómodo al no tener espacios. Además, falló un remate con la izquierda en la mejor oportunidad que le brindó ‘Vini’. Con su mejor tiro, que rozó el ángulo, castigó el único despeje erróneo de Osasuna. Era una señal de un jugador destinado a guiar al Real Madrid. Los futbolistas del Madrid percibieron que solo era cuestión de tiempo y de desgaste del adversario, ya que Osasuna nunca generó un verdadero peligro, a pesar de que Budimir demostró su instinto al recibir el único balón que le llegó al área.
