La Comisión Europea ha sugerido modificar la prohibición de comercializar vehículos nuevos que emitan CO2, programada para 2035, como parte de acciones para apoyar a la industria automotriz frente a la disminución de la demanda de coches eléctricos, la competencia china y los aranceles impuestos por Estados Unidos. El gobierno propuso que se implementen ajustes en los objetivos de emisiones, permitiendo que hasta un 10 % del total de CO2 de las flotas nuevas de cada fabricante en 2035 pueda ser compensado a través de reducciones anteriores en la cadena de valor. Para lograr ese nivel de flexibilidad, los fabricantes deberán acumular «créditos», los cuales conseguirán utilizando acero de bajo carbono producido en Europa, así como biocombustibles y combustibles sintéticos. Además, Bruselas ha confirmado que los vehículos híbridos enchufables y los eléctricos que utilicen un motor de combustión como generador podrán seguir siendo vendidos a partir de 2035. Stéphane Séjourné, vicepresidente de la Comisión Europea encargado de Industria, declaró que confían en que la industria presentará soluciones para lograr la descarbonización. Apóstolos Tzitzikostas, Comisario de Transporte, afirmó que se estima que alrededor del 35% de los vehículos que no son eléctricos serán impulsados por motores de combustión, híbridos u otras tecnologías. Además, el sector automotriz europeo enfrenta una amenaza a su supervivencia.
Bruselas da marcha atrás en los requisitos medioambientales para el sector del automóvil
