Pekín-Washington (EFE).- Desde hoy, delegados de China y Estados Unidos se encuentran en Estocolmo para llevar a cabo la tercera ronda de negociaciones comerciales. Ambas partes tienen la esperanza de lograr progresos, a pesar de los asuntos que generan divisiones entre Pekín y Washington, tales como las capacidades industriales de China y sus adquisiciones de petróleo de Irán y Rusia. China aborda esta ronda enfatizando que los progresos deben basarse en los acuerdos logrados en las reuniones anteriores en Ginebra y Londres, así como en la conversación telefónica entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump del 5 de junio. Pekín no ha proporcionado detalles sobre objetivos, pero ha enfatizado que el diálogo debe basarse en principios de «igualdad, respeto mutuo y reciprocidad» y debe llevarse a cabo dentro del marco del mecanismo bilateral de consultas. De acuerdo con el acuerdo establecido en Londres, medios relacionados han destacado que el Gobierno chino ha cumplido con sus compromisos, lo que incluye una relajación de las restricciones a la exportación de minerales raros. En las últimas semanas, también ha mostrado señales de relajación, como la decisión de suspender una investigación antimonopolio contra una subsidiaria de la empresa estadounidense DuPont.
China y EE.UU. se reúnen en Suecia en busca de avances en comercio pese a sus diferencias
