Madrid. Al día siguiente de que la UCO ingresara en Ferraz para examinar los correos del ex secretario de Organización Santos Cerdán, los ministros del PSOE consideran que el Gobierno y su presidente, Pedro Sánchez, están en una posición sólida y defienden su identidad socialista, mientras que sus aliados adoptan posturas diferentes y, en el caso de Podemos, lo consideran «acabado». El ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, aseguró que Pedro Sánchez se encuentra en buena forma y que continuará mejorando el país en su lucha contra la corrupción. López ha enfatizado que en el PSOE se actúa con firmeza, afirmando que quien comete un error debe asumir las consecuencias. Esto contrasta con la postura de la derecha. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha declarado que su partido no teme las repercusiones que puedan enfrentar «tres sinvergüenzas». Otros líderes del socialismo anticipan que Sánchez debe implementar acciones que sean firmes y directas, como lo ha expresado el presidente de Asturias, Adrián Barbón. Además, defienden la integridad del partido y solicitan a sus miembros fortaleza para recuperar la credibilidad que se ha visto comprometida debido a la corrupción, tal como lo ha señalado la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
