Después de la advertencia de tsunami provocada por un terremoto en la península rusa de Kamchatka, varios países, como Japón y Estados Unidos, han restablecido la tranquilidad. En Centroamérica y Sudamérica permanecen en alerta, aunque en algunos lugares las alarmas han sido desactivadas. El terremoto generó olas que inundaron la costa de Paramushir, sin dejar heridos. La primera ola se desplazó 200 metros y las olas posteriores causaron daños en el puerto de Sévero-Kurilsk, lo que llevó a la evacuación de aproximadamente 2,700 personas en el archipiélago de las Kuriles. Posteriormente, la península rusa sufrió un segundo sismo de magnitud 6,2, que ocurrió a las 21:56 hora local. Este temblor tuvo su epicentro a una profundidad de 69 kilómetros, ubicado a casi 200 kilómetros al este de la capital de Kamchatka. Rusia levantó la alerta de tsunami, según lo comunicado por el ministro de Emergencias de la región de Kamchatka, Serguéi Lébedev.
El Pacífico va recobrando el pulso tras reducirse la amenaza de tsunami
