Tokio. Este viernes, Japón manifestó sus «arrepentimientos» y su deseo de ayudar a construir un mundo en paz, basándose en las lecciones adquiridas durante la Segunda Guerra Mundial, en el contexto del 80 aniversario de su capitulación. «Los sentimientos de culpa y las enseñanzas obtenidas de ese conflicto deben permanecer grabados en nuestros corazones», afirmó el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en su discurso durante la ceremonia conmemorativa por las víctimas japonesas de esa guerra, que se estiman en más de 3 millones. «No olvidaremos que la paz y el bienestar actuales en nuestra nación se han edificado sobre las vidas de aquellos que perdieron la vida en la guerra y sobre una historia llena de dificultades», afirmó el líder japonés, quien reiteró el compromiso de su país «de no volver a participar en un conflicto bélico».
