Alberto González Amador, pareja de la presidenta de Madrid, ha denunciado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por haberlo «asesinado públicamente». Esto se debe a que, tras la divulgación de la información sobre el acuerdo que su abogado propuso al fiscal, él ha pasado a ser considerado «el delincuente confeso del Reino de España». Durante su testimonio en el juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Supremo contra el fiscal general, este empresario, que actúa como acusación particular en el caso, ha afirmado que sigue siendo visto por la Fiscalía como un «delincuente confeso» y que ha dejado de ser un «ciudadano común». González Amador ha expresado que no tiene ninguna duda al respecto. Está siendo procesado por un fraude de 350.951 euros a la Hacienda, supuestamente a través de facturas falsas, tras una inspección de la Agencia Tributaria que comenzó en 2022. Además, se le investiga por corrupción en los negocios debido a sus vínculos comerciales con Quirón Prevención. El empresario ha comentado que la nota de prensa emitida por la Fiscalía el 14 de marzo de 2024, junto con la filtración de un correo en el que su abogado admitía en su nombre dos delitos, afectó su presunción de inocencia. Desde ese momento, el Gobierno comenzó a referirse a él como un «delincuente confeso». La nota de prensa aclaraba la situación después de que se publicaran informaciones contradictorias el 13 de marzo, algunas de las cuales indicaban que la Fiscalía había propuesto un acuerdo al abogado de González Amador, cuando en realidad fue al contrario y que dicho acuerdo fue retirado «por órdenes superiores». El jefe de gabinete de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, compartió con los periodistas una idea que, según él mismo declaró ante el tribunal esta tarde, surgió de una «deducción lógica», dado que la Fiscalía opera de manera jerárquica. Esto lo afirmó a pesar de que González Amador, quien le estaba informando sobre el proceso, le había comunicado que su abogado le había asegurado que «todo sigue en marcha, nada ha cambiado» en lo que respecta al acuerdo.
