Madrid (EFE).- Cientos de banderas palestinas ondean en el centro de la capital, donde se han programado varias concentraciones en apoyo a Gaza y en oposición a la participación del equipo Israel Premier Tech, mientras los ataques a la población palestina continúan. Las protestas están ocurriendo cerca de la línea de llegada de la vigésimo primera y última etapa de la Vuelta a España, lo que ha llevado a considerar la opción de modificar la ruta. La seguridad es extensa, con un despliegue de 1.100 policías nacionales, para prevenir incidentes similares a los ocurridos el sábado, cuando un grupo de alrededor de 100 manifestantes interrumpió la vigésima y penúltima etapa de la Vuelta a España con una sentada a 18 kilómetros de la meta. A las cuatro de la tarde, cientos de personas han gritado «¡No es una guerra, es un genocidio!», mientras la policía inspeccionaba los mástiles de las banderas. En la Cuesta de Moyano, a pocos metros de la estación de Atocha, cientos de personas han tomado este lugar llevando banderas palestinas. Un participante en la sentada expresó que protestan contra Israel para demostrar su «rechazo de genocidio.» A pesar de haber admitido que una manifestación sentada «podría poner en riesgo a los ciclistas», enfatizan que es «pacífica» y que su objetivo es que nadie resulte herido, ya que solo buscan denunciar «el genocidio en Gaza». Las banderas de Palestina se han dispersado por toda la ciudad, especialmente en los lugares donde se habían organizado manifestaciones por el Comité palestino del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) y otros movimientos sociales. En las cercanías de Cibeles y el paseo del Prado, se puede observar a muchas personas llevando la bandera palestina y gritando «Netanyahu asesino» al pasar los vehículos de la organización.
