Los activistas españoles de la Flotilla Global Sumud, que fueron expulsados de Israel, han declarado a su llegada a Madrid que han sido maltratados y humillados en la prisión donde estuvieron detenidos, donde experimentaron abusos físicos y psicológicos. Rafael Borrego, uno de los activistas, denunció que sufrieron abusos: los golpearon, arrastraron, vendado los ojos, atado de pies y manos, encerrado en jaulas y agredido verbalmente.
Los activistas de la flotilla denuncian malos tratos durante su detención en Israel, a su llegada a España
