En los últimos cinco años, ha crecido el uso de acuerdos voluntarios para la salida de empleados de mayor edad, pasando del 14 % de los casos estudiados en 2020 al 26 % en 2025, según un informe de Mercer. A pesar de este aumento, el método más comúnmente empleado para llevar a cabo las prejubilaciones continúa siendo el despido colectivo, que abarca el 41 % de la muestra. Le siguen los despidos individuales, que representan el 33 % y los acuerdos voluntarios de salida, que constituyen el 26 %. En términos de sectores, los ámbitos tecnológico y financiero son los que más utilizan el proceso de despido colectivo, mientras que los sectores industrial y de gran consumo prefieren el despido individual. Por otro lado, los sectores químico-farmacéutico y de servicios tienden a optar por acuerdos voluntarios. En lo que respecta a los despidos, la edad promedio de los empleados afectados por esta decisión es de 57,19 años, en comparación con los 58,29 años de aquellos que optan por acuerdos voluntarios. Además, los primeros concluyen el plan de pensiones a los 64,05 años, mientras que los segundos lo hacen a los 64,02 años. El informe también indica que la cantidad recibida desde el momento de la salida de la empresa hasta el acceso a la jubilación es del 75-80 % del salario neto en situaciones de despido y del 70-75 % del salario bruto en los casos de acuerdos voluntarios. El análisis señala que no se trata de prejubilaciones en el sentido estricto, ya que esta figura no está incluida en la legislación de la Seguridad Social, sino que es el resultado de un pacto entre la empresa y el empleado.
Los acuerdos voluntarios ganan peso para la salida de los trabajadores más mayores
