Pedro Sánchez se ha propuesto persuadir a sus socios sobre la necesidad de elaborar nuevos presupuestos del Estado. Este periodo político ha comenzado en un ambiente tenso con el poder judicial. En el informe de gestión que presentó a finales de julio, el presidente del Gobierno afirmó que se enviará el proyecto de ley de presupuestos. Al inicio de septiembre, ha reafirmado ese compromiso y su vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado que se presentará en el Congreso para su votación. Fuentes del Gobierno destacan que los grupos deberán posicionarse y justificar ante la ciudadanía su oposición a unos presupuestos que favorecerían a los intereses de todos. La falta de previsibilidad de Junts, los avisos de ERC y el aumento de las críticas de Podemos hacia el Gobierno hacen evidente que la situación es complicada, pero Sánchez no se rinde. Con este objetivo, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto para la condonación de la deuda autonómica que se había acordado inicialmente con Esquerra para Cataluña y que ahora se ha ampliado a todas las comunidades, contando con la oposición de Alberto Núñez Feijóo y de los dirigentes territoriales del partido.
